Eugenia Martínez Vallejo, vestida, de Juan Carreño de Miranda, viaja al Centro Niemeyer durante seis semanas

De izquierda a derecha: Javier Solana, Presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado; Carlos Cuadros, Director General del Centro Niemeyer; Maria Gràcia Salvà, Directora del Museu de Mallorca; Rafael Sabio, Director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática. ARQVA; Miguel Falomir, Director del Museo Nacional del Prado; Fernando Sarría, Director del Museo de Huesca; y Emilio Gayo, Presidente de Telefónica de España. Foto © Museo Nacional del Prado.

• El Museo del Prado y Telefónica acercan las colecciones del Prado a toda la geografía española con la iniciativa “El arte que conecta”
• La obra de Carreño de Miranda se podrá visitar del 26 de abril al 2 de junio
• Obras de Velázquez, Goya, Rubens, Murillo y otros de los grandes maestros del Prado viajarán a 18 localidades de toda la geografía española

Avilés, 13 de marzo de 2024. La Cúpula del Centro Niemeyer acogerá la obra Eugenia Martínez Vallejo, vestida, del pintor avilesino Juan Carreño de Miranda, del 26 de abril al 2 de junio, dentro de “El arte que conecta”, la iniciativa del Museo Nacional del Prado y Telefónica que acerca obras maestras de la colección del Museo del Prado a ciudadanos de toda España.

Este proyecto permitirá al Centro Niemeyer exhibir de manera temporal esta obra de Juan Carreño de Miranda (1614-1685), quien, tras la muerte de Velázquez, se reveló como su más legítimo continuador en la representación de los bufones que pululaban por la corte española. Carreño se acercó a estas personas a la manera de Velázquez, buscando dignificar su imagen en la medida de lo posible.

Se trata de la segunda vez que este cuadro visita Avilés, la primera fue en 1985, cuando se cumplió el tricentenario de la muerte del pintor. Del 16 de septiembre al 6 de octubre del citado año se expusieron diez cuadros del Museo del Prado y tres del Museo de Bellas Artes de Asturias, en la Iglesia vieja de Sabugo.

© Eugenia Martínez Vallejo, vestida. Juan Carreño de Miranda © Museo Nacional del Prado. Madrid

Ciclo de actividades paralelas

El Centro Niemeyer propone una serie de actividades paralelas con motivo de la visita de la obra Eugenia Martínez Vallejo, vestida, que incluye Rutas de Arte, Actividades para Centros Educativos, un Ciclo de Conferencias y un Concierto de la organista asturiana Susana García Lastra. Todas las entradas estarán disponibles a la venta a partir de hoy, miércoles, 13 de abril, a las 13:00 horas del mediodía.

Las Rutas de Arte, a cargo de la empresa cultural Cuéntame un Cuadro, tendrán lugar los 27 y 28 de abril; 3, 4, 5, 10, 11, 12, 17, 18, 19, 24, 25, 26 y 31 de mayo; 1 y 2 de junio, a las 19:00 y 19:30 horas. Con una duración aproximada de 30 minutos y un precio de 10 euros, explorarán en la figura de quién fue Eugenia Martínez Vallejo, por qué se convierte en la protagonista de dos retratos cortesanos y cómo ha tratado el relato histórico al personaje.

En las Actividades para Centros Educativos, invitamos al alumnado de primaria y secundaria a reflexionar sobre el pa­pel de la mujer como objeto de representación con un taller “a pie de obra” y disfrutando in situ del retrato. Esta propuesta tendrá lugar los martes (30 de abril y 7, 14, 21 y 28 de mayo) y costará 5 euros.

El Ciclo de Conferencias contará con cuatro propuestas, al precio de 1 euro:

• “Juan Carreño: Retrato de Eugenia Martínez Vallejo. Introducción general a la obra y a su autor” – Lunes, 29 abril, 19:30 horas

Javier Portús, jefe de Departamento de Pintura Barroca Española, Museo Nacional del Prado, tratará en esta charla sobre el personaje y las razones que llevaron a su representación; sobre la tipología retratística en la que se encuadran; y acerca de su significación en el contexto de la carrera de su autor, uno de los pintores españoles más brillantes y originales en las décadas centrales del siglo XVII.

• “El desarrollo de la técnica y el estilo de Juan Carreño de Miranda” – Lunes, 6 de mayo, 19:30 horas

María Álvarez-Garcillán, miembro del Área de Restauración del Mu­seo Nacional del Prado, ahondará en las dos caras de una obra de arte: la matérica y la histórico-artística, para entenderla es necesario desarrollar dos vías de estudio en paralelo: el material y el histórico.

• “Monstruas. Mujeres fuera de los cánones” – Lunes, 20 de mayo, 19:30 horas

Patricia Pérez, licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo y directora de la empresa cultural Cuéntame un Cuadro, analizará el relato histórico-artístico con perspectiva de género y, en esta ocasión, ponemos el foco en la mujer objeto, la mujer creada.

• “Juan Carreño Miranda y Avilés. Encuentros y desencuentros” – Lunes, 27 de mayo, 19:30 horas

María Josefa Sanz Fuentes, licenciada y doctora en Historia por la Universidad de Sevilla, girará en torno a los avatares humanos de Juan Carreño Miranda y sobre los más recientes reconocimientos que le han sido otorgados en Avilés.

El Concierto pondrá el broche de oro a este ciclo de actividades tendrá lugar el domingo, 2 de junio, a las 20:00 horas, con una duración aproximada de 60 minutos, tendrá lugar en la Cúpula. El precio es de 6 euros y los miembros del Club Cultura se pueden beneficiar de un descuento de 2 euros, hasta el 26 de mayo, con un máximo dos entradas por tarjeta.

La organista asturiana Susana García Lastra nos propone en este concierto para órgano positivo, titulado “Luces y sombras en el XVII: La música española para tecla en el entorno europeo”, un viaje musical compuesto por repertorio de músicos coetáneos al pintor Juan Carreño de Miranda.

Eugenia Martínez Vallejo, vestida, de Juan Carreño de Miranda*

La niña representada en estos lienzos se llamaba Eugenia Martínez Vallejo y había nacido en Bárcenas. En 1680 fue traída a la corte para ser admirada como manifestación inusual de la naturaleza. Tenía entonces seis años y pesaba ya cerca de 70 kilos. Probablemente sólo asistiría a algunas fiestas de palacio a fin de que fuera contemplada, pues según Moreno Villa, no parece haber formado parte del servicio de la corte.

En el mismo año de su llegada, Juan Cabezas publicó en Madrid una Relación verdadera en que se da noticia de los prodigios de la naturaleza que han llegado a esta Corte, en una Niña Gigante llamada Eugenia Martínez de la Villa de Barcena, del arzobispado de Burgos. Iba ilustrada con una xilografía y se reeditó en Sevilla y Valencia.

A través de Cabezas sabemos que Carlos II la hizo vestir decentemente al uso de palacio, con un rico vestido de brocado encarnado y blanco con botonadura de plata, mandando al segundo Apeles de nuestra España, el insigne Juan Carreño, su pintor y ayuda de cámara, que la retrate de dos maneras: una, desnuda, y otra vestida de gala.

Sobre Juan Carreño de Miranda (Avilés, Asturias, 1614 – Madrid, 1685)*

De origen asturiano, este pintor fundamental del pleno Barroco cortesano se formó en Madrid, en los talleres de Pedro de Cuevas y Bartolomé Román. Su trayectoria como pintor de temas religiosos comenzó hacia mediados del siglo XVII. Realizó obras en buen número de iglesias y conventos madrileños. En muchos de estos lugares se pone de manifiesto su condición de fresquista, una especialidad nada frecuente entre los pintores españoles y que, en el caso de Carreño y de su compañero Francisco Rizi, se explica por el contacto de ambos con los italianos Angelo Colonna y Agostino Mitelli.

En 1669 Carreño alcanzó el nombramiento de pintor del rey y trabajó sobre todo como retratista de Carlos II y la regente, Mariana de Austria. En ese empeño desarrolló una carrera brillante y original, continuando las fórmulas cortesanas del retrato de corte y especialmente las de la producción de Velázquez, pero con sutiles aportaciones tanto desde el punto de vista iconográfico como artístico.

En este último aspecto conviene recordar que Carreño fue un pintor profundamente influido por la técnica veneciana y las composiciones flamencas. Empleó una paleta cromática cálida y rica en matices, aplicada con suntuosidad, soltura y ligereza. Además, el refinamiento y la distinción con que construyó algunos de sus retratos delatan una conexión con la producción de Rubens y, sobre todo, de Van Dyck.

*Fuente: Museo Nacional del Prado