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Dalí y la literatura se unen  en el Centro Niemeyer

Dalí y la literatura se unen en el Centro Niemeyer

16 febrero, 2023

 

  • La exposición Salvador Dalí. Dibujar lo escrito muestra a través de casi doscientas obras la faceta del genio del surrealismo como ilustrador de obras literarias.
  • Se trata de la tercera muestra desarrollada en colaboración con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en el marco del convenio firmado entre la pinacoteca madrileña y el Centro Niemeyer.
  • Comisariada por Marisa Oropesa, la selección pictórica se organiza en torno a cinco grandes libros a los que Dalí puso imágenes: La Divina Comedia, La vida es sueño, Roi je t’attends à Babylone, Don Juan Tenorio y Fausto (La noche de Walpurgis)
  • La inauguración oficial tendrá lugar el viernes 3 de marzo a las 18:00 en la Cúpula y se podrá visitar hasta el 18 de junio.

 

Avilés, 16 de febrero de 2023. El genio del surrealismo llega al Centro Niemeyer. Salvador Dalí. Dibujar lo escrito es la nueva exposición del centro cultural avilesino que, desde el 3 de marzo hasta el 18 de junio, se podrá visitar en la Cúpula. La muestra, comisariada por Marisa Oropesa, busca adentrarse en el particular mundo de uno de los artistas más universales del siglo pasado: Salvador Dalí. Todo ello a través de un recorrido por casi doscientas obras que acercan al visitante al universo único, cargado de imágenes oníricas, que el creador catalán desarrolló en sus facetas como ilustrador y dibujante.

No se podría entender la trayectoria de este polifacético creador sin la importancia de todos los libros ilustrados que desarrolló, lo que lo convirtió en un experto grabador que dominaba técnicas como la punta seca, el aguafuerte o la xilografía.

La exposición cuenta con la colaboración del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, y supone la tercera colaboración desarrollada en el marco del convenio firmado en octubre de 2021 entre la pinacoteca madrileña y el Centro Niemeyer.

 

Cinco obras literarias trasladadas al pincel

Salvador Dalí. Dibujar lo escrito se focaliza en la etapa posterior a los años treinta, momento en que en su obra empiezan a tomar importancia las ilustraciones, imprescindibles para conocer en profundidad la capacidad creativa del artista. De este modo, el recorrido expositivo en la Cúpula del Centro Niemeyer se estructura en torno a cinco grandes libros a los que Dalí dio imágenes: La Divina Comedia, La vida es sueño, Roi je t’attends à Babylone, Don Juan Tenorio y Fausto (La noche de Walpurgis).

 

            La divina comedia

En esta serie, el artista dota de imágenes la obra escrita por Dante Alighieri. Mediante 103 acuarelas datadas en 1949 y realizadas como encargo del Gobierno de Italia, Dalí, uno de los padres del surrealismo, traslada al espectador al Paraíso, el Purgatorio y el Infierno del autor florentino.

Al catalán le ilusionaba formar parte en cierto sentido de esa visión dantesca de la vida e ilustrarla en pleno siglo XX bajo sus criterios artísticos y estéticos. Pero, finalmente el Gobierno transalpino resolvió prescindir de los servicios del artista por diferentes polémicas, entre ellas como el precio del encargo o el hecho de que no era italiano. Esto no le impidió continuar con la labor que ya había comenzado. Así, trabajó cinco años para supervisar el proceso de transferir cien acuarelas a las planchas de xilografía que fueron talladas a mano, con una atención extrema, ya que la superposición resultó muy complicada debido al gran número de colores que Dalí había empleado.

La serie de la exposición en el Centro Niemeyer se compone de cien xilografías originales sobre papel “vélin pur chiffon de Rives” y fue editada por “Editions d´art Les Heures Claires”. Se necesitaron un total de 3500 tacos xilográficos, uno por cada color, y unos 35 para cada una de las cien acuarelas que Salvador Dalí había realizado.

 

            La vida es sueño

Esta serie ofrece la particular visión de Dalí sobre La vida es sueño, obra de teatro barroca de Pedro Calderón de la Barca, cuya temática principal es la de la libertad frente al destino personal y la concepción de la vida como si esta fuera un sueño. Los grabados que concibe Dalí para ilustrar esta historia tienen mucho que ver con él y con el surrealismo, cuyo origen eran los sueños y el subconsciente. Kant afirmaba que “el sueño es un arte poético involuntario” y Dalí lo demuestra en sus creaciones oníricas. En esta serie Dalí realiza unos dibujos de gran detalle con un grabado muy experimental al aguafuerte sobre papel Richard de Bas, un material que se fabrica desde el siglo XIV con la misma técnica.

La técnica que elegida en este caso le permite dibujar con una punta metálica sobre el barniz que recubre la plancha de cobre. La ventaja del aguafuerte es doble: se ejecuta con rapidez y el trazo rebosa plasticidad.

 

Fausto

Fausto –La noche de Walpurgis- es una serie concebida por Dalí entre 1968 y 1969 en la que se entremezclan el poder con la sabiduría y donde el espectador es testigo de pactos con el diablo y presencia aquelarres. Estos temas los conocía bien Dalí, que aprendió el método paranoico-crítico de Lidia de Cadaqués, una de las últimas brujas de Cadaqués, población costera con gran tradición de brujería. Fausto es una tragedia universal del escritor Johann Wolfgang von Goethe publicada en dos partes, la primera en 1808 y la segunda, de manera póstuma, en 1833.

Goethe recogió esta leyenda clásica alemana, donde el sabio doctor Fausto se cuestiona sobre el sentido de la vida, representando al individuo eternamente insatisfecho dispuesto a venderse al diablo.

La serie completa consta de 21 obras y, en esta ocasión, Dalí opta por la técnica de la punta seca con papel Arches, fabricado al modo antiguo en forma redonda e ideal para este tipo de creaciones por su grano natural y armonioso muy difícil de deformar. Sin duda, el artista lo eligió porque preserva perfectamente el brillo y la transparencia de los colores sin que los pigmentos penetren en el grosor del papel.

 

            Roi, je t’attends à Babylone

En 1973 Dalí realiza Roi, je t’attends à Babylone, una carpeta con algunas referencias bíblicas y otros temas muy dalinianos como el deseo y la muerte, Eros versus Thanatos. Esta serie ilustra los diálogos líricos escritos por André Malraux, y el titulo proviene de unas palabras que un viejo brahmán le dijo a Alejandro Magno durante su campaña en Oriente. Precisamente Malraux le dedicó este libro a Dalí, en una edición de tan solo 150 ejemplares fue editado por Albert Skira en Ginebra.

Dalí creó catorce puntas secas en blanco y negro con un gran virtuosismo. Esta vez los papeles elegidos fueron Vitela Rives y pergamino. El papel Rives es el mismo que utilizó en La Divina Comedia y que se caracteriza por no tener grano, lo que lo dota de un tacto sedoso y liso y, además, no deja aparecer líneas (trazas de la malla metálica que retienen la pulpa durante la fabricación del papel a mano). A través de la punta seca el creador incide directamente sobre la plancha con una punta roma de acero, haciendo que a los lados del surco obtenido se deposite una rebaba que proporciona una línea característica de bordes difuminados y aterciopelados.

 

Don Juan Tenorio

Dentro de la selección realizada para esta exposición destacan las obras realizadas por Dalí para la puesta en escena de Don Juan Tenorio, pertenecientes a la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Estos diseños originales demuestran la pasión que llegó a sentir por el teatro y, por los grandes clásicos de la literatura española. Convencido por Luis Escobar, director de la obra de teatro, Dalí aceptó en 1949 ejecutar el encargo. Las escenografías y figurines que diseñó Dalí para Don Juan Tenorio fueron motivo de entusiastas críticas -unas muy favorables y otras no tanto- por parte de la crítica teatral madrileña del momento.

El conjunto de bocetos conservado pertenece a la segunda versión de 1950, donde el alarde fantástico se hizo más profundo, causando un gran revuelo en público y crítica. Esta obra le sirvió como estrategia de presentación ante los círculos de la cultura española franquista y le ayudó a introducir el carácter de artista excéntrico e inimitable que marcó la etapa final de su carrera, cuya dimensión performativa posee un enorme valor vanguardista y experimental.

 

Salvador Dalí, un icónico transgresor

Salvador Dalí (Figueres, 1904 -Púbol, 1989) se instala en 1921 en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde entabla amistad con Federico García Lorca y Luis Buñuel e ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, de la que es expulsado cinco años más tarde. En 1925 participa en la Exposición de Artistas Ibéricos en Madrid y presenta su primera exposición individual en las Galerías Dalmau de Barcelona. Sus primeras obras fluctuaron entre la tradición académica y algunas incursiones en el campo del cubismo y la pintura metafísica de Giorgio De Chirico. En 1926 viaja a París y Manuel Ángeles Ortiz le presenta a Picasso. Allí, acompañados de Buñuel y Bores, visitan el Louvre, galerías y frecuentan las tertulias de los pintores españoles en el Café Rotonda. Un mundo deformado, lleno de obsesiones sexuales, ligadas a las teorías de Freud, y de motivos como los relojes blandos, pianos, muletas y materias orgánicas en descomposición, es el que queda reflejado en las obras surrealistas de esta época.

Durante el verano de 1929, en Cadaqués, conoce a Gala, esposa del poeta Paul Éluard, que a partir de entonces se convertirá en su pareja y musa. En 1934 es expulsado del Grupo Surrealista por André Bretón. El mismo año expone en la Galería Julian Levy de Nueva York, a donde viaja por primera vez. Participa en la Exposición Surrealista de Tenerife (1935) y en Fantastic Arte, Dada, Surrealism en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Desde entonces se dedica a pintar obras alejadas de la modernidad, de intenso misticismo religioso y temáticamente inspirada en los grandes artistas de la tradición pictórica europea, como Leonardo, Rafael, Vermeer y Velázquez. En 1963 publica “El mito trágico del Ángelus de Millet”. En 1978 ingresa en l’Académie Française. En los años siguientes su obra es objeto de grandes retrospectivas en todo el mundo. Antes de caer enfermo en 1980, vivió ocupado en la investigación de la pintura híper-estereoscópica y en cuatro dimensiones, de la que él mismo se consideraba pionero. En 1982 muere Gala. En 1984 se crea en Figueras la Fundación Gala-Salvador Dalí. El 23 de enero de 1989 fallece en Figueras.

 

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Centro Niemeyer

Esta exposición, que cuenta con la colaboración del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, supone la tercera gran colaboración desarrollada en el marco del convenio firmado en octubre de 2021 entre la pinacoteca madrileña y el Centro Niemeyer, tras la retrospectiva fotográfica “Cualladó” y la más reciente “Vuelta al revés del revés. España en la Bienal de São Paulo”.

El acuerdo, rubricado por un periodo de cuatro años prorrogables por un periodo similar, establece como objetivos la planificación y ejecución conjunta de proyectos culturales que contribuyan a la construcción de un nuevo paradigma institucional en el campo de la intervención cultural y la producción de pensamiento.

 

Marisa Oropesa, comisaria

Marisa Oropesa es la comisaria de esta exposición y regresa al Centro Niemeyer tras comisariar en 2017 la muestra “Dibujar y esculpir en el espacio. Colecciones ICO” (una exposición con obra del Instituto de Crédito Oficial que mostraba obras de autores como Plensa, Chillida, Dalí, Miró, Picasso), y en 2020 “Picasso. Grabados eternos”.

Oropesa desarrolla su labor profesional en el ámbito artístico. Fue directora de la Galería Levy, de Madrid, y miembro del Comité de Arco. Actualmente desarrolla su labor como gestora cultural y comisaria de exposiciones tanto en España como en el extranjero.

 

La inauguración oficial de la exposición Salvador Dalí. Dibujar lo escrito tendrá lugar en la Cúpula del Centro Niemeyer el viernes 3 de marzo a las 18:00 y se podrá visitar hasta el 18 de junio de 2023. Las entradas se podrán adquirir a partir de ese día al precio de 4 € por persona (3 € para la entrada reducida para diversos colectivos).